Garantizar la diversidad cultural en las empresas hoy en día es primordial para conseguir un entorno de trabajo inclusivo y saludable para todos, en el que los empleados se sientan representados, participativos y se identifiquen con la cultura de la organización.
Promover la diversidad es también, cada vez más, una tendencia en el mercado laboral. Y es posible observar, cada vez más, un aumento del número de profesionales que ven en las empresas que garantizan este tipo de acción, un diferencial.
A lo largo de este artículo, entenderá qué es la diversidad cultural y cuáles son los beneficios de promoverla en su empresa. Compruébalo.
¿Qué es la diversidad cultural?
La diversidad cultural es un concepto desarrollado por profesionales de la sociología y la antropología para definir la existencia de culturas y perspectivas dentro de nuestra sociedad.
Cuando hablamos de diversidad cultural en las empresas, la idea es que estos diversos grupos étnicos y sociales tengan representación dentro de la organización. Aquí se habla de orígenes, opiniones políticas, orientaciones sexuales, edades, clases sociales, religiones, necesidades especiales, entre otros.
En otras palabras, la diversidad cultural en las empresas no es más que promover ese entorno de inclusión para las personas que, en la sociedad en general, son marginadas o minoritarias.
La acogida de los diversos perfiles de personas debe formar parte del núcleo de la organización, y no sólo promoverse de palabra. La inclusión no debe verse como "algo que hay que resolver", sino como algo en lo que se cree y se entiende realmente.
¿Por qué garantizar la diversidad cultural en las empresas?
Para quienes promueven la diversidad cultural en las empresas de forma realmente inclusiva y viven estos valores, los beneficios conseguidos pueden ser inconmensurables.
En primer lugar, está, por supuesto, el mayor compromiso de los empleados. Desde el momento en que un profesional se siente realmente representado por la empresa e insertado en sus valores, se siente mucho más motivado, comprometido y profundamente implicado en su trabajo.
En consecuencia, este trabajo genera más resultados. Los empleados felices son empleados que contribuyen más al crecimiento de la empresa. Además, se observa una disminución de la índice de rotacióncon menos rotación de profesionales.
Por último, pero no por ello menos importante, tenemos la contribución de la empresa a una sociedad más inclusiva, con menos prejuicios y discriminación.
Sin embargo, para conseguirlo, es necesario asegurar que estos empleados tengan su espacio, promoviendo programas de formación e inclusión, incluyendo estas acciones en sus procesos de selección y asegurando que la comunicación y el lenguaje utilizados por la empresa sean acordes con esta realidad y no sean excluyentes.
La diversidad cultural en las empresas es un gran paso adelante para la sociedad en su conjunto, pero sólo estamos empezando este viaje. Para saber más sobre temas como este, sigue el blog de Alymente.