La Ley General de Protección de Datos, conocida por las siglas LGPD, entró en vigor en Brasil en agosto de 2020 y, con ella, muchas cosas han cambiado para las empresas.
El gran objetivo de la ley es garantizar la transparencia real en el uso y almacenamiento de los datos de cualquier persona física en cualquier tipo de soporte. Cada vez es más importante tener en cuenta la privacidad y garantizar la seguridad de la información de sus clientes y empleados, y eso es precisamente de lo que hablaremos en el artículo de hoy.
¿Es la LGPD la Ley General de Protección de Datos?
El primer paso para saber si su empresa está preparada para la LGPD es conocer realmente la ley. Aunque se creó en 2018, no entró en vigor hasta 2020 y desde entonces quedan algunos cabos sueltos sobre lo que se puede y no se puede hacer.
Pero una cosa es cierta: el objetivo es proteger la privacidad y la libertad de todos los consumidores. Esencialmente, esto cambia la forma en que recogemos, almacenamos, compartimos y utilizamos los datos de las personas.
Y eso vale para cualquier información. Desde datos como el nombre, el DNI y el número de teléfono hasta el origen étnico, el SIP, la orientación sexual y los datos biométricos.
¿Cómo puede afectar la LGPD a mi empresa?
Ahora que entiende qué es la LGPD, es el momento de aplicarla en su empresa y entender si está preparada para hacer frente a la nueva demanda.
El cambio más importante que implica la ley está en el consentimiento activo que da el usuario para el uso de sus datos. Esto significa que las empresas tienen que dejar claro, y no sólo escrito en letra pequeña, para qué van a utilizar esa información y de qué manera.
Esto también se aplica a los datos que ya tienen las empresas. En estos casos, es esencial solicitar el consentimiento retroactivo para que la información pueda seguir utilizándose.
La actualización de las políticas de privacidad de las organizaciones es también un paso importante. Este tipo de transformación no se produce de la noche a la mañana en las empresas, y a menudo se necesitará asesoramiento jurídico para asegurarse de que todo se está haciendo como exige la ley.
Es importante tener en cuenta que ninguna empresa se creó preparada para la transformación que trajo consigo la LGPD, por lo que es natural que sea necesario ajustar y formar a los equipos de la empresa para que todos puedan manejar los datos correctamente.
Cabe destacar que existen sanciones para quienes no cumplan con las exigencias de la Ley General de Protección de Datos. Las multas que suponen el 2% de los ingresos de la empresa y la notificación a los organismos de supervisión son algunas de ellas.
El consejo es que si se da cuenta de que su empresa no está preparada, busque hacer los ajustes necesarios lo antes posible, aunque sea lentamente.
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